Testimonio: "No siento nada"... el mal de muchos

Llegué para predicar en una iglesia y en la puerta me detuvo un joven de unos 35 años. Me explicó que no se animaba a comentarle su problema al pastor. Su preocupación radicaba en que desde hacía casi un año “no sentía nada en las reuniones”.

 

Relató que le alarmaba la tremenda indiferencia que había ganado su corazón. Dijo: “Pueden predicar el más ungido de los mensajes, cantar o dar testimonios, pero yo no siento absolutamente nada”.

Y terminó con una frase que lo ilustró todo: “Siento como que alguien me apagó la luz por dentro” Le di algunos consejos, pero hoy escribo este caso porque la situación de aquel joven no es un hecho aislado. Hay mucha gente sentada en las iglesias que podría decir lo mismo: “Estoy seco por dentro, no siento nada, mi fe se ha debilitado”

Mi consejo, en la brevedad que me da este devocional, es este: Vuelva a la disciplina y pida a Dios perseverancia.

Isaías 55: 6: “Buscad al Señor mientras pueda ser hallado…”

 

¿Para qué?

Para regresar a la lectura de la Biblia todos los días.

Para cerrar la puerta y tener cada día una entrevista con el Padre.

Para testificar a otros.

Y para ayudar al prójimo.

 

No hay otra fórmula para aquellos a los que se les ha apagado la luz del alma y buscan recuperar la frescura espiritual.

Oración: Padre amado gracias por ayudarnos en nuestras flaquezas humanas. Y qué bueno es saber que cada vez que nos conectamos con la “fuente de la vida” que eres tú, todo lo que estaba seco reverdece. Recuérdanos está fórmula para no perder tiempo en soluciones estériles. ¡Amén!

 

Fuente: Marcelo Laffitte
https://mlaffitteediciones.online/.../sabiduria-en.../

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