Siempre que tenemos pruebas en la vida, nos alienta leer la historia de José, quien pasó de ser el hijo preferido de su padre Jacob, de portar una túnica de colores que lo distinguía de sus hermanos, a sufrir amenazas de muerte, ser vendido por sus hermanos, ser esclavo en una tierra extraña, a ser acosado sexualmente, y aún pasaron largos años hasta que Dios lo puso en alto y usó todas las situaciones que vivió, para su bien, el de su familia y hasta del nuevo país.