Proverbios 11:17-18 “Tu bondad te recompensará, pero tu crueldad te destruirá. Los malvados se enriquecen temporalmente, pero la recompensa de los justos permanecerá”.

Tanto hacer el bien a los demás, como el mal, son semillas que terminan dando frutos: recompensa permanente o destrucción repentina.
Ser bondadoso es la decisión de hacer el bien, incluso a aquellos que te hicieron mal; es dar sin que el otro lo merezca, así como tampoco mereces la recompensa de Dios.
Ora así: Padre Dios, reconozco que me he dejado llevar por mis impulsos y por eso te pido perdón. Pero hoy hago caso a tu Consejo y decido hacer el bien a todos, incluso a los que me hicieron daño, a quienes los perdono. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Sábado!