Cosecharás tu siembra

En el trabajo o en la familia, muchas veces somos perseguidos. Hay algo de nosotros que disgusta y comienzan las persecusiones. Si aún luego de corregir lo que se puede, persisten las situaciones, es tiempo de buscar a Dios: con Él su ayuda para perdonar y seguir siendo bondadoso, aún con aquel que nos daña. Tal como lo hizo Jesús con nosotros.

 

Proverbios 11:17-18 “Tu bondad te recompensará, pero tu crueldad te destruirá. Los malvados se enriquecen temporalmente, pero la recompensa de los justos permanecerá”.

Tanto hacer el bien a los demás, como el mal, son semillas que terminan dando frutos: recompensa permanente o destrucción repentina.

Ser bondadoso es la decisión de hacer el bien, incluso a aquellos que te hicieron mal; es dar sin que el otro lo merezca, así como tampoco mereces la recompensa de Dios.

Ora así: Padre Dios, reconozco que me he dejado llevar por mis impulsos y por eso te pido perdón. Pero hoy hago caso a tu Consejo y decido hacer el bien a todos, incluso a los que me hicieron daño, a quienes los perdono. En el Nombre de Jesús, amén.

¡Bendecido Sábado!

Editora del Sitio
"Te haré entender y te enseñaré el camino en que debes andar. Sobre ti fijaré mis ojos..."

Suscríbete a nuestro boletín de novedades

Te vamos a comunicar lo más destacado.
Solo una vez por semana te enviaremos notas seleccionadas de nuestra web.