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Tu siembra se convertirá en copiosa cosecha

En una provincia agrícola como la nuestra, tenemos en claro la ley de la siembra y la cosecha. Esto se trasluce a todos los aspectos de nuestra vida. A veces no comprendemos que dando es que recibiremos y nos cuesta hacerlo, pero recordemos que en la obediencia está la bendición. Entonces, aunque solo veamos tierra, sembremos….

Salmos 65:11-13 “Coronas el año con una copiosa cosecha; hasta los senderos más pisoteados desbordan de abundancia. Las praderas del desierto se convierten en buenos pastizales, y las laderas de las colinas florecen de alegría. Los prados se visten con rebaños de ovejas, y los valles están alfombrados con grano. ¡Todos gritan y cantan de alegría!”.

Esta es la voluntad de Dios para cada persona que quiere ser parte del Reino de la Luz y está dispuesta a sembrar con fe, confiando que Dios mandará su lluvia celestial, para cosechar sobrenaturalmente.

Lo que hoy está perdido, pisoteado, mañana tendrá fruto abundante; el sacrificio de hoy, mañana será bendición; lo que hoy te cuesta dar, mañana será multiplicación.

Es la ley de la siembra y la cosecha.

Orá así: Padre, en base a tu promesa, hoy siembro, emprendo en fe, persevero; doy, esperando esa cosecha abundante. ¡Hacé llover bendición sobre las obras de mis manos! En el Nombre de Jesús, amén.

¡Bendecido Miércoles!

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