"Los que me conocen saben que crecí en la iglesia evangélica. A los 4 años lo invité a Jesús a mi corazón guiado por mi primera maestra de "Horita Feliz", mi amada tía Negry, que ya está con Él disfrutándolo. Con 6 años canté por primera vez en una reunión de domingo junto a mi hermano Rodrigo y desde ahí adorar a Jesús es de mis cosas favoritas. Para cortar algo la historia, mi cambió rotundamente en mi adolescencia. Desde que comencé la secundaria sufrí de baja autoestima, complejos de inferioridad, timidez e inseguridad sin que nadie lo advirtiera. Me comparaba todo el tiempo con las demás chicas y me sentía la peor cucaracha".
"En la universidad eso se agravó, cursé la carrera de Periodismo con un crisol de dramas internos, pero claramente Dios tenía un propósito".
"Esa enorme mochila la cargué incluso hasta después de casada, hasta que un buen día de diciembre de 2015 llegué a Morada de Su Presencia (en ese momento se llamaba Fuente de Vida), la casa espiritual que me mostró que Jesús no era una religión y que había venido a este mundo para llevarme al corazón del Padre Celestial, a fin de que descubriera mi verdadera identidad y propósito".

"llegamos a la segunda foto, que es de marzo de este año y que habla por sí sola. Quiero decirte que 9 años de paternidad espiritual saludable lograron los cambios profundos que 26 años de religión no pudieron. No es suficiente recibir a Jesús en el corazón ¡Es necesario conocerlo en intimidad! Eso es lo que nos permite ser constantemente transformados y permanecer unidos a Él en todo tiempo".

Si llegaste hasta el final del texto, gracias por regalarme tu valioso tiempo. Me es muy difícil escribir poco acerca de la persona más hermosa que me cambió la vida. ¡Jesús es real, déjalo entrar, déjate encontrar por Él! Este puede ser tu año bisagra.
Marianela Sánchez de Moreno, periodista