Isaías 32:15 "Al fin se derramará el Espíritu sobre nosotros desde el Cielo. Entonces el desierto se convertirá en campo fértil, y el campo fértil dará cosechas abundantes."

Dios ha prometido su Espíritu Santo a todos. Es necesario recibirlo para que tu vida sea fructífera en todas las áreas: tu relación con Dios, tu sanidad mental y física, tu familia, el resto de las relaciones y tu economía.

Él puede cambiar todo lo que hasta hoy estaba seco y transformarlo en un campo fértil con cosechas extraordinarias.

El problema no está en el lugar donde vives, la gente que te rodea, el gobierno de turno, sino en la sequedad espiritual.

Busca el Espíritu de Dios para que riegue tu vida y darás frutos en abundancia.
Ora así: Padre Dios te doy gracias por el lugar donde me plantaste y lo bendigo. Lléname de tu Espíritu para que mi vida dé frutos abundantes. Te lo pido en el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Domingo!