Testimonio: Dios redimió la vida de Rodrigo

 Rodrigo compartió el domingo pasado en el Centro Cristiano de Avivamiento de Resistencia Chaco, un tremendo testimonio que demuestra que Dios redime vidas. “A los 10 años falleció mi papá y tuvimos que salir con mi mamá a vender para poder comer”.

“En el lugar donde vivía, fui abusado y desde muy chico caí en las adicciones: el cigarrillo, de ahí al alcohol y a la cocaína. Estaba tan mal, tan drogado que subí unos techos y caí en la casa de una hermana de la iglesia, allí quedé dormido y de allí me llevaron al Hospital.

"Estuve internado en el Hospital Perrando, porque de tanto consumo, mi hígado comenzó a tener complicaciones e inclusive tenía insuficiencia renal. Estaba perdido en las drogas, había algo que me seguía me sentía atormentado y veía sombras negras cuando salía al patio, sentía que algo me oprimía y debía ponerme de espaldas a la pared”.

"Los médicos me decían que debía sacarme un riñón que se encontraba muy comprometido y que mi recuperación sería de tres a seis meses. En ese proceso tuve un encuentro con Dios y lo que sería unos seis meses de internación, en catorce días me dieron el alta y no perdí ninguno de mis órganos".

"Cuando empezó el año le dije a mi esposa que era un año que yo quería que Dios sane mi alma. Fui al encuentro de Hombres de Valor que organiza la iglesia (me dijo mi hermano que al volver no sería la misma persona y así fue) y en un momento de oración en el Refugio me arrodillé y mis rodillas quedaron clavadas en la tierra, no me podía levantar, sentía un inmenso deseo de arrepentirme por mi pasado".

"En ese momento el dolor de mi corazón empezó a desaparecer. Y el pastor Robert se acercó y me abrazó, y en ese abrazo, sentí que el dolor de años en mi alma se iba completamente. ¡Hoy me siento totalmente liberado! Luego de los cuarenta días de ayuno, Dios continuó liberando mi alma".

"Fui ministrado por el pastor Ricardo Ibáñez y todas esas sombras u oscuridades se fueron, eran demonios". 

"Antes, Navidad y Año Nuevo eran fechas en donde consumía desde temprano y hace siete meses no tomo alcohol, no fumo y ni me drogo para la Gloria y honra de Dios. Antes de venir al Señor, lo máximo que podía estar limpio eran dos semanas”.

"Hoy quería terminar el año agradeciendo a Jesús. Porque es una fiesta distinta, finalizo el año con Dios en el Año de los Redimidos, disfruto con mi ahora esposa y con mi hija, (nos casamos)".

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