Testimonio: "mi esposa se cansó..."

Marcelo Laffitte relata: "Nosotros, por culpa exclusivamente mía, tuvimos, en el comienzo de nuestro matrimonio, un problema serio de comunicación. Y no fue precisamente por falta de palabras.Trabajaba de periodista y volvía casa a la media tarde. Yo acostumbraba a “copar” (dominar) la charla. Lo mío eran largos monólogos contando todo lo que había vivido en esa jornada".

 

Hilda podía hablar muy poco porque desde mi terrible inmadurez pensaba que el único que podía relatar temas interesantes era yo. Creía, equivocadamente, que el mundillo periodístico donde me movía, era mucho más atractivo que el monótono círculo casero de Hilda. Desde una postura llena de soberbia yo pensaba: “¿De qué me puede hablar ella?... ¿Qué prendieron las plantas de malvones? ¿Del cuadrito nuevo que colgó? ¿Del aumento de la carne? ¿Qué hoy hizo limpieza general…?
 
Hay muchas parejas con este síntoma aparentemente menor.
 
Un día Hilda se cansó. ¿Y cómo me di cuenta? Porque dejó de acompañarme en la merienda. Mientras yo tomaba el café, ella limpiaba sobre lo limpio. La cuestión era no compartir conmigo. Se había agotado del monólogo, de mi orgullo, de mi insensibilidad.
 
Felizmente, cuando caí en cuenta del significado de su actitud, decidí cambiar y lo hice de esta manera: Uno de los días en que volví del trabajo le pedí que me hiciera mates. “Ya no quiero más café”, le dije. “Pero si a vos el mate te produce acidez”, me respondió. “No importa, probemos”, insistí.
 
Con el mate hay que sentarse juntos y es casi imposible que esto no dispare la conversación. Una de las grandes virtudes de tomar mates es que motiva al diálogo. Eso era lo que yo buscaba. Ahora estaba dispuesto a escucharla.
 
Ese fue un “santo remedio”. Han pasado muchos años y lejos de la acidez, hubo mucha dulzura y mucho crecimiento al escucharnos con atención mutuamente. Sin lugar a dudas Dios me ayudó a recomponer la armonía en la relación.
 
Es el día de hoy que, junto al mate, me interesa mucho todo lo que me cuente Hilda…hasta que prendieron las plantas de malvones... que colgó un cuadrito nuevo en el pasillo... y que hizo limpieza general…
 
Proverbios 18:22- RVR1960El que halla esposa halla el bien, Y alcanza la benevolencia de Jehová" y Marcelo lo entendió. 
 
Por Marcelo Laffitte

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