Testimonio: si el Espíritu Santo te manda a hacer algo, Él se encarga de la provisión

El año pasado el 2016, nuestro mayor desafío, fue la escuela. Porque Dios nos mandó a hacer una escuela para que nuestros hijos sean instruídos bajo los principios de la palabra. Y si usted visita la escuela, va a ver, Espíritu Santo Director y Fundador de esta escuela.

No fue mi idea, me gustaría tener una escuela, claro. Pero teníamos 6 meses de iglesia y eran como 300 hermanos en la iglesia, y el Señor me dice "quiero que me levantes una escuela", y le dije Señor, está muy bueno, pero dentro de unos años, y le puse una prueba, le dije, yo no tengo ni idea, tenemos unos meses de iglesia. Ni sé si hay maestros en la iglesia. Le tuve que pedir una señal a Dios, Él me dio la señal, hicimos los trámites, Él peleó nuestras batallas, es todo un testimonio en sí la puesta en marcha de la escuela.

Pero cuando ya estábamos por comenzar el año pasado, a principios de año, nos habilitaron la escuela la última semana de noviembre, y nos quedaba diciembre para conseguir el alquiler del lugar, adaptarlo en enero y febrero, conseguir las finanzas, y en marzo estar comenzando las clases y tener todos los maestros en esos tres meses. Jardín, primaria y secundaria, y todos cristianos y llenos del Espíritu Santo. Así fue. Y construirla, y Dios lo hizo, en esos tres meses.

 

Yo pensaba hay que pagar como 30 obreros, de un día para el otro, se te aumenta todo. Y todos en blanco y lo que se les cobra a los hermanos no alcanza y yo no quería subvención del gobierno, porque no quería que me vengan a decir usted me tiene que enseñar que ahora hay ocho géneros y hay homosexuales, bisexuales, trisexuales, cuatrisexuales y no sé qué más.

Dije vamos a enseñar con los principios de la palabra. Si el Señor me dijo levántame una escuela, tiene que ser Él quien dirija.

-Así que no se imagina lo que fue enero y estar pensando y ahora, el alquiler y todo. Y cuando estábamos en febrero un día estaba yo con esa carga, y el Espíritu Santo me habló y me dijo, "¿qué tenías cuando volviste de Estados Unidos?" le dije, Señor, nada, dormíamos en el piso.

¿Y no estarías dispuesto a volver a tener nada por un sueño mío? Si ese es Mi sueño, le dije Señor, puedo quedarme sin auto, vender la heladera, lo que haga falta, por un sueño tuyo. Ese día se me fue la carga, y ya pude decirle Señor, estoy dispuesto.

-Llegó el primer mes. A veces no quiero hacerlo para no afectar a nadie en la fe. Pero nos faltaban cerca de 70.000 pesos, el año pasado a principios de año. Y yo estaba orando y era el día que había que pagar los sueldos, imagínense, estaba que mis tripas se daban vueltas ya, y esa mañana habían tirado unas brujerías en la escuela también. Desde los días anteriores. Porque donde está la escuela ahora, antes era un centro masón, así que entramos allí y había que conquistar ese territorio. Pero dijimos el territorio de los gigantes es lo que vamos a ganar ¿verdad? Conquistas los gigantes y los enanos se caen solos.

-Y entonces, pensando en eso, esa mañana me levanto y comparto con Susy y me dice si vas a hablar con el pastor tal, que es un pastor de muchos años y experiencia y a veces tomo tiempo para orar junto con él, y lo llamo y le pido ese tiempo para orar juntos. Entonces le compartí lo de las brujerías para cortar las maldiciones y orar juntos y él me dice: yo tenía que hablar con vos, el Señor me dijo algo, (ya es un hombre de 80 y tantos años). Terminamos de orar, y hablamos y todo lo que teníamos que hacer espiritualmente y cuando me voy a ir le digo muchas gracias pastor, Dios lo bendiga. Me dice, no no, esperá que te tengo que decir lo que Dios me dijo, y se fue con su bastón, y volvió con una bolsa así y me dijo, el Señor me dijo que te tenía que dar esto para pagar a los maestros de la escuela. Dije Señor, ¡ya lo hiciste!

Felices pagamos y vino el segundo mes, y la administradora dijo pastor, falta tanto para mañana, había que pagar lo de la escuela, les dije ok, tranquilos. A ellos les digo tranquilos, yo soy el que me como los nervios. Lo puse en el lugar que guardo, fui a orar, y al otro día a la mañana ya tenía la fe, y le dije hermana, vaya y pague a todos los maestros y el alquiler. Faltaba para los maestros, y ni alcanzaba para el alquiler. Cuando fueron a pagar, Dios sigue multiplicando todavía los panes y los peces, alcanzó para todos los maestros, para el alquiler y sobró.

Porque nosotros no hacemos las cosas con plata, sino con fe. Cuando tienes la fe, lo haces. Si no tienes la fe, no te muevas. 

-Por eso te tienes que rodear de gente de fe y de fuego.

Si te rodeas de gente racional, van a hacer que tu fe sea humana.

No estoy hablando de gente aventurera, que se tira al pozo sin tener fe, porque tiene locura, no, la fe mueve la mano de Dios.

-El tercer mes no sé como lo hizo el Señor porque un hermano de la iglesia se cayó de una antena, él era antenista y así que ese día fui a asistirlo y a buscar su cuerpo y todo eso que hay que hacer y decirle a la esposa que había fallecido su esposo y todas esas tareas que uno tiene que hacer. Y no sé cómo se pagó porque gracias al Señor no me puso más carga de la que podía soportar.

Pero el 4to. mes, de nuevo. Era julio, y era el acto del día de la Independencia, que se hizo el 8, que era el día que había que pagar. Así que yo estaba en la mañana, y en nuestros actos nosotros predicamos, porque primero honramos al Señor. Así que primero había que predicar, adoramos al Señor, y después el arte de todos los chicos, y el sombrerito y todas esas cosas. Y le digo a Susy, yo no puedo ir a predicar, esto es como un ejército ir a un desfile, cuando te están atacando por la retaguardia. Alguien tiene que quedarse en la trinchera. Por favor, vos anda a predicar, y yo me quedo ayunando y orando aquí en mi lugar secreto que Dios hará algo, porque hoy hay que pagar.

Y ella se fue a predicar y yo estaba allí y le digo, Señor ¿cómo lo vas a hacer? Y cuando todos se fueron, el Espíritu Santo me habló y me dijo, arriba, en tal valija ya te dejé el dinero. Yo le dije, Señor, esa valija yo volví de viaje, pero dije ok, y comencé a subir las escaleras y mientras lo hacía, yo veía como cuando miras por un vidrio y los fajos de a 10.000, y los escalones debajo, uno al lado del otro. Lo veía mientras iba subiendo. Y llegué donde estaba la valija y cuando la levanto estaba pesada. Y cuando la abrí, estaban allí los fajos.

-Ese fue el último día que me afligí para pagar. El 8 de julio del año pasado(2016)

Pero llegó después agosto y cuando llegó, yo no tenía aflicción, ya tenía la fe probada. Así que cuando me voy a orar, le dije Señor, hoy te toca. No sé como lo vas a hacer, pero lo vas a hacer.

Así que yo tengo mi lugar de oración y dejo el celular afuera. No sé si usted cuando está en intimidad con su esposa, atiende el celular, creo que se liga un buen reto si lo llega a hacer, ¿verdad?. No puede ser más importante esa intimidad que esta intimidad.

Así que dejo afuera el celular, y escuché que sonaba y los que son colaboradores cercanos de la iglesia saben que a la mañana temprano no los estoy por atender hasta las 11, así que no me van a llamar. Pero salí para hacerme un té. Y cuando salgo veo un mensaje que decía pastor mi esposo lo está esperando en la iglesia y lo estoy llamando por eso, perdone. Tampoco las mujeres me llaman a mí, llaman a mi esposa y los varones hablan conmigo. Así que sin duda era alguien que no era del círculo cercano, porque no me llamaría una mujer ni tampoco en ese horario. Y ni sé como tendría mi número. Y entonces yo veo y pienso, al esposo de esta hermana no lo veo hace más de 5 años, no sé que es de su vida, nunca había venido a la iglesia. Y me va a estar esperando y son las 9 y algo de la mañana y yo recién a las 11 y algo voy a estar en la iglesia. Así que le mando un mensaje y le digo disculpe hermana, dígale a su esposo que vuelva como a las 11,30 porque yo no voy a ir a la iglesia ahora. Y ella me escribe no sé qué es lo que quiere, pero me dijo que hoy tiene que hablar con usted. Y cuando lo vi por primera y única vez en 5 años, y lo recuerdo como gendarme que andaba en moto, clase media baja normal, como todos, no un adinerado. Voy, lo saludo y sin pensar quería saber que necesitaba el hermano, me contó sus testimonios, me gocé con él y le digo ¿en qué te puedo servir? Y me dijo, el Señor me habló y me dijo que usted hoy necesita esto, y sacó un paquete así y me lo dio. Y me dijo hoy usted lo necesita. Y cuídese pastor porque es mucho. Y había 75.000 pesos ahí para pagar todo.

-Dios me es testigo y todos los que pagan los sueldos y todos saben de lo que estoy hablando. ¿Qué quiero decirte con esto? Haz los sueños de Dios. No los tuyos.

Entonces tendrás descanso, porque Él cubre Sus sueños.

-Cuando nos mudamos a la iglesia que estaba aquí a pocas cuadras, el alquiler era tres veces lo que entraba en la iglesia, y yo le dije Señor ¿cómo vas a pagar esto? Yo te sigo, pero como harás¿? y Él me dijo: siempre que esta sea Mi casa, Yo pago el alquiler, la luz y el agua de Mi casa.

 

Sólo cuide que siempre sea Su casa, siempre que Él habite allí.

Estas son las claves que les quería dejar en las finanzas, "Dios sigue multiplicando los panes y los peces".

 

Congreso Honrando al Espíritu Santo 11 de noviembre de 2017

Pastor Robert Acosta, Centro Cristiano de Avivamiento, Resistencia, Chaco, Argentina

 

 

 

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