Yo creo en la evolución de las personas. Y mucho más después que comencé a vivir el cristianismo. La sociedad tiende a poner rótulos a la gente. A estigmatizarla. En los pueblos, sobre todo, (yo soy de un pueblito) “el borracho”, “el loco” e incluso “el gordo” o “el colorado” se quedan con esos despectivos apodos por toda la vida por más que cambien radicalmente.