1 Reyes 3:7-9 "Ahora pues, Señor mi Dios, Tú me has hecho rey en lugar de mi padre, David, pero soy como un niño pequeño que no sabe por dónde ir, aquí estoy en medio de una nación tan grande y numerosa que no se puede contar. Dame un corazón comprensivo para que pueda gobernar bien a tu pueblo, y sepa la diferencia entre el bien y el mal. Pues, ¿quién puede gobernar por su propia cuenta a este gran pueblo?"
Frente a las grandes responsabilidades, que no solo afectan tu vida sino también a tu familia y otros que te rodean, qué importante es que seas humilde como aquel gran rey Salomón, y le pidas a Dios sabiduría, para tener claridad para diferenciar entre lo bueno y lo malo, y tus decisiones siempre sean para bendición.
Ora así: Padre Dios, pido tu dirección, para que mis decisiones siempre sean de beneficio para todos. Te pido también que ilumines a nuestros gobernantes para que nuestra nación sea prosperada. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Jueves!
