2 Crónicas 20:2-4 "Un enorme ejército de Edom marcha contra ti desde más allá del mar Muerto. El rey Josafat quedó aterrado con la noticia y le suplicó al Señor que lo guiara. También ordenó a todos que ayunaran. De modo que los habitantes de todas las ciudades de Judá fueron a Jerusalén para buscar la ayuda del Señor".

Cuando recibes una mala noticia, un ataque inesperado, una complicación que excede tus fuerzas o recursos, un diagnóstico complicado, haz como hizo aquel rey: no dejes que el temor te domine y paralice, busca la guía del Señor, ora, ayuna; los recursos del Cielo son ilimitados y vendrán en tu ayuda.

Cuando de todo corazón doblas tus rodillas ante Dios, estás inclinando todo tu ser ante la majestad del Señor, declarando que tu fe y tu confianza están puestas en Él, quién jamás te defraudará.

Ora así: Padre Dios, necesito la intervención del Cielo en mi vida, ¡ayúdame! ¡Sálvame! Te lo pido en el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Sábado!