¿En qué espejo te miras?

En el transcurrir de la vida, muchas veces recibimos agresiones, promesas rotas, cargadas, mentiras y palabras que van lastimando nuestro corazón al punto que nos cuesta perdonar. ¡Vaya que cuesta!

Pero Dios está esperando que nos humillemos ante Él para reclamarle: mira Señor como mi esposo me dijo esto, como me traicionó, como mi hijo me prometió estudiar y me falló, como mis compañeros se rieron de mi trabajo al que dediqué tanto tiempo, como mi amiga a quien le di tanto tiempo, no estuvo cuando yo la necesité, se dio vuelta y habló mal de mí. ¡Haz justicia Dios! Dirás... 

Y escucharás Su dulce voz decirte: ¿por qué creíste a sus palabras y no a las Mías?

¿Cuándo hice eso Señor? Dirás…

Cuando no leíste y creíste a Mi Palabra te dirá Dios…

Mi Palabra fue escrita para que escuches cada día Mi Voz, para que sepas que pienso de vos, que planes tengo para tu vida, para que sepas que yo he estado en tu futuro y todo lo que hoy estás viviendo te ayudará para bien, que jamás me aparto de vos.

 

Tu único deber, es creer a Mi Voz, tal y como dice Deuteronomio 28:1 "Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios".

Y sentirás su suave abrazo ante tu pedido de perdón.

Y retomarás la búsqueda en Su palabra, de donde saldrán versículos como “tu embrión vieron Mis ojos” “eres de alta estima para mi”, “de tal manera te amé, que di la vida de mi hijo por ti”, “en las palmas de mis manos te tengo escondida”, “eres la niña de Mis ojos”, “todo lo que pidieres al Padre en MI nombre yo lo haré” y aún “el que conspirare contra ti, delante de ti caerá”… incluso hay 365 "No temas" en la palabra, uno para cada día del año...

Cuando entiendas, que los hombres y las mujeres que vivimos en este mundo podemos decirte hoy cosas buenas, alabarte y mañana intentar destruirte con las mismas palabras, porque tenemos un mal día. Y que eso no va a afectarte si cada noche y cada día, meditas en la Palabra de Dios, si ves tu reflejo en ese espejo, si te aferras a ella cuando el día es malo y te gozas en ella cuando la dicha toca a tu puerta.

 

Será entonces en que tu estima estará en su perfecto lugar y no dependerá de otros, dependerá enteramente de aquel que te formó, tal y como eres…. de Dios.

De la redacción de EncendidosporelEspiritu.com

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