Mírate con sinceridad

Al encontrarnos con Jesús tenemos malos hábitos, gestos, manera de vivir y ese impacto, es una explosión, ya que, al conocerlo, leer en la biblia, orar, debería producir en nuestras vidas, cambios visibles en nuestra conducta. Si no pasa, ¿Qué pasa?

La palabra de Dios dice en Hebreos 12.14-15 NVI: “Busquen la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. Asegúrense de que nadie deje de alcanzar la gracia de Dios; de que ninguna raíz amarga brote y cause dificultades y corrompa a muchos...”

Es asombroso ver cristianos bélicos, cristianos que no pueden relacionarse pacíficamente con los demás, que, en vez de buscar la paz, pareciera que buscan siempre el conflicto.

Por otro lado, también asombra cómo muchos dejan que la amargura eche raíces dentro de ellos y se vuelven cristianos venenosos, dañinos, enfermos y no se dan cuenta de cómo esas malas actitudes de vida, los enredan y no les permite avanzar en su caminar con Dios.

La Biblia da la salida en Efesios 4.31 NTV: “Líbrense de toda amargura, furia, enojo, palabras ásperas, calumnias y toda clase de mala conducta”.

Como escribió el Dr. Batista... “Dile adiós a la TIA (tristeza, ira y amargura)”.

Me asombra ver cristianos amargados que se prenden en cosas que no deberían prenderse, en calumnias, críticas, malicia, etc. en lugar de evitarlas se prenden y son uno más con los que no conocen a Jesús.

Además, en Efesios 4.29-30a NTV dice: “No empleen un lenguaje grosero ni ofensivo”.

Que todo lo que digan (yo agregaría “y escriban”... porque hoy se usa mucho escribir en las redes sociales) sea bueno y útil, a fin de que sus palabras resulten de estímulo para quienes las oigan. No entristezcan al Espíritu Santo de Dios, con la forma en que viven...

Cristianos que no pueden ser llenos del Espíritu Santo, porque lo entristecen por la forma en que viven.

El texto nos enseña que cuando nosotros no tratamos a tiempo el enojo, este le da lugar al diablo... y cuando el diablo encuentra un lugar en nuestra vida nos va a oprimir y ese enojo se convertirá en otro tipo de emociones y conductas y luego ataduras.

Tristeza... resentimiento... ira... amargura... depresión... estados de los cuales el Señor vino a liberarnos y sanarnos.

¿Por qué un cristiano vive en esclavitud?

Porque no toma en serio La Palabra de Dios... cuando la relativiza... cuando no la obedece.

Abramos los ojos y vivamos sabiamente.

Pr. Claudio Claus, Centro Cristiano Puerta Abierta, Sáenz Peña, Chaco, Argentina

Editora del Sitio
"Te haré entender y te enseñaré el camino en que debes andar. Sobre ti fijaré mis ojos..."

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