¡Confíe en Dios! ¡Confíe en Dios! ¡Confíe en Dios!

Me comentaba el farmacéutico de mi barrio que Argentina está primero entre los países más consumidores de ansiolíticos, y de todo tipo de comprimidos tranquilizantes.
 
Eso habla de que somos gente que vive atormentada por las preocupaciones. Y no me quiero imaginar cómo habrá aumentado este consumo en este tiempo de tanta zozobra económica. Y algunos, a los ansiolíticos, le suman cantidades exageradas de alcohol creyendo que la copa les hará olvidar sus angustias por lo menos por un rato.
 
 
Hablo mucho con la gente y lo que advierto es que aún muchos cristianos tienen una desmesurada preocupación por el mañana. Y eso los lleva a hacer conjeturas de todo tipo. Conjeturas son miedos imaginarios: “Si me despiden del trabajo voy a quedar en la calle, porque no voy a poder pagar el alquiler (la renta) de la casa y me desalojarán”. Otros piensan: “Si me llego a enfermar, ¿de qué vamos a vivir con mi familia si soy el único que trabaja?”. “Si mi negocio quiebra tendré que ir a mendigarle a mis hijos”. “Cuando mis hijos entren a la universidad no podré pagarles los estudios” …y la lista de miedos imaginarios es interminable.
 
 
Alguien dijo que el ser humano se hace problemas por anticipado de cosas que en el 95 por ciento de las veces nunca llegan a suceder.
 
Cuando uno está atrapado en esta clase de miedos e inquietudes, lo mejor que puede hacer es preguntarle a la Biblia cómo debemos actuar. ¿Y qué dice la Palabra de Dios para estas ansiedades?
 
 
El Señor nos aconseja: “No se angustien por el día de mañana, el cual traerá sus propios afanes, cada día tiene ya sus problemas” Mateo 6:34 NVI
 
En una palabra, si a los problemas del presente -que ya son muchos- le sumamos los del mañana, vamos a terminar enfermos, porque nadie puede lidiar con tantos conflictos.
 
 
¡Confíe en Dios! ¡Confíe en Dios! ¡Confíe en Dios! Sepa que cuando lleguen los inconvenientes y las pruebas usted no estará solo y Él vendrá en su ayuda.
 
 
¿O todavía necesita más pruebas de la fidelidad de nuestro Dios?
 
Por Marcelo Laffitte

Suscríbete a nuestro boletín de novedades

Te vamos a comunicar lo más destacado.
Solo una vez por semana te enviaremos notas seleccionadas de nuestra web.