Habacuc 3:17-18 “Aunque las higueras no florezcan y no haya uvas en las vides, aunque se pierda la cosecha de oliva y los campos queden vacíos y no den fruto, aunque los rebaños mueran en los campos y los establos estén vacíos, ¡aun así me alegraré en el Señor! ¡Me gozaré en el Dios de mi salvación!”.
Cuando entregas tu vida en manos de Dios, cuando pones tu familia y todo lo que tienes a Su cuidado, puedes estar seguro que estará bajo Su control, porque el Cielo gobierna la Tierra.
Aunque sean tiempos difíciles, y tus ojos no vean los frutos de tanto esfuerzo, descansa y espera confiadamente en el Señor.
Ora así: Padre, gracias por tu Palabra que me hace entender lo que significa estar totalmente en tus manos. Te entrego mi vida, familia, todo lo pongo en tus manos, Dios de mi salvación. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Miércoles!