Los animales de la selva se reunieron y, después de mucho deliberar llegaron a una decisión. Dijeron: "ustedes tres van a escalar la "Montaña difícil", la más alta de la selva. El que llega primero a la cima será nuestro rey. El primer león intentó escalar y no pudo. El segundo empezó con muchas ganas, pero fue derrotado. El tercer león, tampoco lo pudo conseguir.
Los animales estaban impacientes. ¿Cómo eligirían rey?
En esos momentos un águila pidió la palabra: “yo sé quien es el rey de la selva. Yo estaba volando muy cerca, de tal modo que escuché lo que cada uno dijo a la montaña:
El primer león dijo: “Montaña, me has vencido”. El segundo león dijo: “Montaña, me has vencido”. El tercer león dijo: “Montaña, me has vencido... por ahora. Porque tú llegaste a tu tamaño final pero yo todavía estoy creciendo”.
“La diferencia”, dijo el águila, “es que el tercer león tuvo una actitud de vencedor y, quién piensa así es más grande que su problema. Él es rey de sí mismo y está preparado para ser rey de los demás”. Los animales aplaudieron al tercer león, coronado rey de la selva.
Moraleja. No tiene mucha importancia el tamaño de las dificultades.
Tú estás creciendo y eres más grande que todos tus problemas juntos. Tú eres hijo del verdadero rey, el Rey de reyes. Por tanto no has llegado al límite de tu potencial. ¡Tú todavía estás creciendo! Cuando en la vida se te presenten mil razones para llorar, recuérdate que tienes mil razones para sonreír.
Pastor José Luis Cinalli Iglesia de la Ciudad, Resistencia, Chaco, Argentina
