Comprueba si estás creciendo

Todo ser vivo tiene una característica destacada: que experimenta un crecimiento continuo. Cuando no se da esto, algo anda mal y debemos corregirlo. Lo mismo debe suceder con un cristiano. Tiene que notar que en su vida hay un crecimiento que no se detiene. 

Surge entonces la pregunta: ¿cómo se podría medir el crecimiento de un creyente?

Hay factores que determinan claramente si vamos avanzando o no. Estos son:

1) Tiene que notar una santidad que vaya en aumento; 2) Debe darse cuenta, porque la gente se lo comentará, que su testimonio es cada vez más límpido y agradable; y 3) Debe advertir en su vida una luz que le permita entender cada día más la Palabra de Dios. Y el cuarto es un factor sumamente clave: 4) Debe comprobar que a medida que va entendiendo la Biblia, la va poniendo en práctica.

Si usted nota que estas cuatro cosas pasan en su vida, grite un ¡aleluya! porque su salud espiritual va de maravillas.

Si no lo nota, deberá tomar algunas medidas para enderezar el rumbo.

Desgranemos un poco: ¿Cómo podemos saber que nuestra SANTIDAD va en aumento?

Cuando nos descubrimos rogándole a Dios que nos perdone tantas actitudes carnales cada día. Cuando no conocíamos a Cristo ni nos dábamos cuenta de ese tipo de cosas. Es que el que no tiene santidad se lo pasa buscando excusas y justificaciones.

¿Qué quiere decir cuando se refiere a tener un TESTIMONIO cada vez más limpio?

El testimonio no es otra cosa que nuestra forma de vivir. Con él exteriorizamos la tabla de valores que tenemos dentro. Tener un buen testimonio es ser ejemplos con la esposa y con los hijos, sensibles con el necesitado, serviciales con los vecinos, cumplidores en el trabajo, correctos en los deportes, atentos con la gente…

Y el punto 3: para saber que estamos creciendo es necesario entender cada día más de LA PALABRA y convertirnos en hacedores de ella.

Para poder comprobar esto será necesario, en primer lugar, convertirnos en lectores disciplinados de la Biblia. Disciplinados significa leerla cada día. Y nada de leerla a las apuradas ya que ella no se revela a los que la recorren mirando el reloj a cada rato.

Qué bueno sería si nos hiciéramos este chequeo con frecuencia ¿no?

"Examínense ustedes mismos, para ver si están firmes en la fe; pónganse a prueba". 2 Cor13:5-7 (Versión Dios Habla Hoy)

Por Marcelo Laffitte

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