" Fíjense que gran amor nos ha dado el Padre, que nos llama hijos de Dios! !Y lo somos! El mundo no nos conoce, precisamente porque no lo conoció a Él" 1 Juan 2:28-3:10.
Ningún apellido, ningún título universitario, ningún reconocimiento que podamos recibir en la tierra, puede ser de más honra que ser hijos e hijas de Dios.
Ni siquiera esos apellidos tan reconocidos en algunos lugares. Dios no solo nos perdonó los pecados, sino que también nos adoptó como hijos suyos.
Sabiendo que Dios nos ama porque somos sus hijos, podemos pararnos con la convicción y decir: me va a ir bien porque yo soy hijo de Dios y para los hijos de Dios Él promete:
-Provisión: "Mi Dios, pues, os proveerá de todo alo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús" Filipenses 4:19.
-Descanso: En aquel tiempo, Jesús dijo: “Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo les daré alivio. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso, porque mi yugo es suave y mi carga, ligera” Mateo 11:28.
-Paz: "Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo" Juan 16: 33.
-Éxito en todo lo que hagas: "Guarda los preceptos de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y observando sus estatutos y mandamientos, sus decretos y sus testimonios, de la Ley de Moisés. Así prosperarás en todo lo que hagas y dondequiera que vayas" 1ra Reyes 2:3.
Dios nos ama porque somos sus hijos, y sus bendiciones están a nuestro alcance.
Equipo pastoral del Centro Cristiano Puerta Abierta, Sáenz Peña, Chaco, Argentina
