Pídele al Espíritu Santo que te ayude

El Espíritu Santo ha sido enviado a ayudarnos y especialmente cuando se trata de cultivar una relación de amor e intimidad con el Padre; Su presencia y Su influencia estarán siempre disponibles. El Espíritu Santo no es una fuerza o una energía, es una persona divina. Es Dios juntamente con el Padre y con Jesús, con la diferencia de que Él ahora está con nosotros en la tierra para ayudarnos.
 
En segundo lugar, cuando estés a solas en tu tiempo de oración, pide al Espíritu Santo Su asistencia. La Palabra dice que Él nos ayuda en nuestra debilidad, cuando no sabemos qué pedir o cómo orar. Dile que lo necesitas, que deseas conocerle; pídele que te llene de Su presencia y te enseñe a perseverar en oración.
 
Estoy seguro de que Él te ayudará, te enseñará y te fortalecerá para que desarrolles una poderosa vida de comunión con Dios. Sentirás Su influencia, Su amor, y estoy seguro de que a veces será tan fuerte, que sentirás ganas de llorar, de postrarte delante de Él rogando por más de Su presencia y Su ayuda en tu vida.
 
La ayuda del Espíritu Santo es vital en nuestra vida de intimidad con Dios.
Bendecido viernes!!!

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