Quiero animarte que en esta semana busques al Señor en ayuno y oración y Dios te abrirá los ojos y verás a los ángeles del Señor peleando tus batallas. Saulo perseguía a los cristianos, pero Jesús se le aparece y su vida fue transformada.
“Entonces Saulo se levantó de tierra, y abriendo los ojos, no veía a nadie; así que, llevándole por la mano, le metieron en Damasco, donde estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió”.(Hechos 9:8-9).
En esta última semana de los 40 Días de Ayuno empezarás a ser inquietado por el Espíritu en una búsqueda, un hambre por estar con Dios. Luego del encuentro con Jesús y tres días de ayuno, Saulo ya no era el enemigo sino el hermano.
Dios restaurará relaciones, destruirá yugos. Te encontrarás orando aún por aquellos que te perseguían y le dirás hermano. “Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo,”. (Hechos 9:17).
A cuantos se le ha nublado la vista del futuro, ya no ven soluciones.
Se te abrirán los ojos de oportunidades porque la presencia de Dios hará que los cerrojos de hierro sean destruidos y que puedas ver.
Y lo segundo para que seas lleno del Espíritu Santo, búscalo de todo corazón.
Tres días alcanzaron para que Dios transformara absolutamente una vida luego de un encuentro con Jesucristo. Luego de un encuentro con Jesús, se definió el futuro y el destino de Saulo.
Señor Jesús en esta semana que hoy estamos empezando quiero darte gracias, porque se caerán las escamas de los ojos y seremos llenos de tu presencia y veremos tu Gloria”.
-Pastor Robert Acosta- Centro Cristiano de Avivamiento, Resistencia, Chaco, Argentina
