Deuteronomio 26:6-8 "Cuando los egipcios nos oprimieron y nos humillaron al hacernos sus esclavos, nosotros clamamos al Señor, Dios de nuestros antepasados. Él oyó nuestro clamor y vio las privaciones, el trabajo pesado y la opresión que pasábamos. Y así el Señor nos sacó de Egipto con mano fuerte y brazo poderoso, con terror aplastante y con señales milagrosas y con maravillas".
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Una nación entera había estado 400 años oprimida por el imperio Egipcio, y logró su libertad clamando a Dios.
De otra manera, personas y naciones, hoy también son esclavas de la pobreza, la inflación, la desocupación, la violencia, la destrucción familiar, y la solución sigue siendo la misma: clamar a Dios.
Él Siempre tendrá una salida y una recompensa para aquellos que lo buscan.
Orá así: Padre Dios, clamo por tu ayuda para ser libre de la esclavitud que arruina mi vida y destruye mi nación. ¡Salvanos Señor! Te lo pido en el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Sábado!
