Algunas personas viven pensando que todo es un milagro, otras que nada lo es; lo cierto es que en medio de cada vivencia que nos sucede, Dios está trabajando.
En la vida, muchas veces nos cuesta ver la mano de Dios en medio de las dificultades y los momentos de incertidumbre. Muchas veces tenemos tanto tiempo de orar por algo, que pensamos que Dios no nos escucha, o simplemente se olvidó de nosotros. Y viene la gran pregunta, ¿dónde está mi milagro?...en camino!!!!
La Palabra de Dios dice que el Padre Celestial es tan bueno que nos dará todo lo que le pidamos en nombre de su Hijo Jesucristo. Accionemos la cuota de fe dada por Dios para disfrutar de Jesús y el milagro que hará en cada uno de nosotros.
Gracias Jesús por el milagro hecho en mi...y por darte a conocer a mi vida...
Bendecida Semana!!!