La palabra de Dios dice en Salmos 77:1-2, 13-14 “Con mi voz clamé a Dios, él me escuchará. Al Señor busqué en el día de mi angustia; alzaba a él mis manos de noche, sin descanso; mi alma rehusaba consuelo. ¿Qué dios es grande como nuestro Dios? Tú eres el Dios que hace maravillas”.

El salmista, abrumado por los problemas, no encontraba consuelo; hasta llegó a pensar que Dios lo había abandonado, que no tendría su ayuda. Pero inmediatamente recobró ánimo y recordó que Dios es grande y hacedor de maravillas.
Tú también entrega tus problemas al Señor, recibe fuerzas sobrenaturales, cree que hará milagros en tu vida.

Ora así: Padre Dios, a veces he sentido que no me escuchas, pero ahora creo que harás milagros extraordinarios en mi vida, y los espero con total confianza. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Jueves!