La palabra de Dios dice en Salmos 119:50 “Tu promesa renueva mis fuerzas; me consuela en todas mis dificultades”.

Todos los días se presentan escollos, dificultades, y algunas son tan fuertes que te desaniman, atemorizan.

Alimentá tu espíritu de las promesas de Dios. Recobrá fuerzas creyendo que Él siempre estará con vos a cualquier lugar donde vayas.

Orá así: Padre Dios, reconozco que ante las dificultades me he olvidado de tus promesas, pero hoy me aferro de tu mano, buscando tu ayuda, y me fortalezco en Vos. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Miércoles!