-"No te preocupes delfin, dijo el pájaro. Dios dijo que el se iba a encargar de mi y que no me iba a dejar sin comida ni un solo día"-
- "Vos y tu Dios"- atacó el delfín, "siempre con lo mismo. Todos los días vengo y todos los días te veo eperando un poco de comida, y nunca te veo recibir nada".

- "Que tu no veas no significa que Dios no lo hace"- respondió tranquilo el pajarito- "Dios nunca me dejó solo y siempre me mantuvo".
El delfín ya harto preguntó:-"¿Porque no haces lo que yo? Yo voy y consigo lo que quiero, y nunca me quedo con hambre, como muchas veces te vi pasar a ti-.
-"No gracias"- respondió el pájarito mirando hacia el horizonte.
- "Hazme caso, yo sé lo que te digo, total ¿quien es el animal más inteligente de todos? ¡Yo, y con razón!, no me voy a quedar esperando a que Dios con todo el trabajo que tiene, y con todos los humanos que tiene que atender, se va a venir a encargar de una de las millones de palomas"- dijo con altanería el delfín.
-"Prefiero esperar al Señor, pero gracias delfín por tu visita"- respondió el pajarito.
- "Yo ya te dije, pero es lo que vos quieras, ya veo porque YO soy el más inteligente" dijo el delfín.
El delfín se fue luego de tanto insistir y el pájaro como siempre se quedó esperando a que el Señor le trajera su ración diaria.
Pero cuando el delfín fue a buscar algo de comida, no encontró por toda su área nada de comida, ni un solo pez, por lo que fue a ver la suerte de su amigo, porque si a él le había ido mal, no se imaginaba la situación del pájaro.

Al llegar donde siempre estaba su amigo, vio que estaba con muchísima comida a su alrededor y que tenía un festín de cena. Al acercarse el delfín le preguntó:
- Pero "¿qué pasó? ¿de dónde conseguiste todo esto?"
- Dios me lo trajo, me dijo que hoy más que nunca me quería premiar por mi paciencia y perseverancia a esperar en Él- respondió contento el pajarito.
- Pfff- se burlo el delfín- "una vez en siglos, pero esta bien que por una vez tengas una buena cena, aunque no te acostumbres, esto casi nunca sucede, es más, te recomendaría guardar un poco para otros días-.
El pájaro curioso preguntó;
- ¿Y vos ya cenaste? Dios me dijo que daría una lección a alguien y que estuviera atento-.

- ¿Yo?, si obvio, aunque no comí mucho, no había mucho en el mar, por lo que si me convidas un poco te lo agradecería-.
- ¿Acaso no era que nunca te quedabas con hambre y que siempre tenias todo?- pregunto el pajarito.
- Si pero...
El pájaro lo cortó:
- "Mira delfín, puede ser que muchas veces este esperando o que muchas veces Dios no me responda cuando yo quiero. Pero Él nunca me dejó o abandonó, ni un día me dijo sin comer. Incluso con las millones de ocupaciones que tiene, Él siempre se encargó de no dejarme sin comer. Asi que ahora yo te recomiendo algo a vos: no pongas tu confianza en tus fuerzas, y menos en tu inteligencia, porque algún día no tendrás fuerza para nadar, o inteligencia para cazar, pero si pones tu confianza en que Dios cada día se ocupará de vos, no te faltará para comer nunca"- dijo el pájaro mientras fue a agarrar un poco de comida, se los dejó en frente al delfín y finalizó "Ni un día estarás te quedarás sin comida, ni estarás desamparado". Cada día espera en Dios.

El delfín con algo de vergüenza agarró el pescado y comió- gracias- respondió bajito.
Prov 3:5 “Confía en Jehová con todo tu corazón y no te apoyes en tu propia prudencia”

De la redacción de Encendidos por el Espíritu