Proverbios 13.12 “La esperanza que se demora es tormento del corazón” o en esta versión NTV, "La esperanza postergada aflige al corazón, pero un sueño cumplido es un árbol de vida".
La duda surge muchas veces de la mano de la impaciencia. Fue esta ausencia de espera la que llevó a Saúl a apresurarse y a perder su corona. El apresuramiento puede llegar a abortar una bendición que está en camino.
Isaías 40.29-31: “Él da poder a los indefensos y fortaleza a los débiles. Hasta los jóvenes se debilitan y se cansan, y los hombres jóvenes caen exhaustos. En cambio, los que confían en el SEÑOR encontrarán nuevas fuerzas; volarán alto, como con alas de águila. Correrán y no se cansarán; caminarán y no desmayarán”.

Este pasaje declara que la fortaleza de Dios viene sobre aquellos que esperan. Tendrán nuevas fuerzas. ¿Quiénes? Aquellos que esperan a Jehová.

Esperar a Jehová significa esperar que él venga a tu vida e intervenga, trayendo la respuesta a tu crisis, a tu oración.
Pero el saber esperar es un aspecto importante en la vida cristiana si no queremos quedarnos en el camino.
Si no sabemos esperar se nos acabarán las fuerzas, nos cansaremos y corremos el peligro de caer. Esperar en Dios siempre será lo más seguro, prudente y asertivo.
Pra. Mabel Claus Centro Cristiano Puerta Abierta, Sáenz Peña, Chaco, Argentina.