Entonces Nehemías tiene que armarse de una estrategia y coloca guardias armados detrás de las murallas. Y el verso 14 del cap 4 de Nehemías dice lo siguiente:
Nehemías 4:14 “Como vi que estaban preocupados, me levanté y les dije a los jefes, a los gobernadores y a todos los demás: «No tengan miedo. Recuerden que Dios es poderoso, y que ante él todos tiemblan. ¡Luchen por sus compatriotas, sus hijos, hijas, esposas y hogares!»” Nehemías al ver la realidad que se estaba viviendo, levantó su voz y gritó al pueblo de Israel.
Cuando los muros habían caído por el azote, por el terror. Todos estaban desconcertados y tenían mil razones para estar así. Lo habían perdido todo y aún los enemigos estaban sobre ellos y querían matarlos. Sin embargo, Dios siempre envía a alguien para levantar las manos a los caídos, para enviar una palabra de ánimo y para recordarnos que no estamos solos.
Nehemías 4:14 “Como vi que estaban preocupados, me levanté y les dije a los jefes, a los gobernadores y a todos los demás: «NO TENGAN MIEDO, Recuerden que Dios es poderoso, y que ante él todos tiemblan. ¡Luchen por sus compatriotas, sus hijos, hijas, esposas y hogares!»”
Quiero centrarme en lo que Nehemías le dice al pueblo: NO TENGAN MIEDO. Quién no ha sentido miedo alguna vez en la vida. Muchas veces sentimos un poco de miedo por el futuro, por la vida, por la inseguridad, no queremos salir en ciertos horarios porque tenemos miedo, miedo al futuro de mis hijos si no toman las decisiones correctas, miedo a que el dinero no alcance, miedo a los desafíos ministeriales, a aceptar la voluntad de Dios para mi vida.
En las distintas etapas de nuestra vida, el miedo se hace presente. Ahora, lo importante no es NO sentir miedo, sino no dejarnos vencer ni dominar por la emoción “miedo”. El miedo es sólo eso, una emoción, una reacción momentánea y no hay razón para que se vuelva algo permanente en nuestras vidas. Todos nosotros podemos enfrentarlo.
¿Usted sabía que el miedo también tiene miedo? ¿Cómo que el miedo tiene miedo? Sí, aunque suene redundante, el miedo también tiene miedo. El miedo le tiene miedo a la fe. Porque la fe destruye al miedo, la fe elimina el miedo de nuestras vidas. Así que, si usted tiene miedo, a pesar de él, Dios nos dio fe para arrasar con todo aquello que nos paraliza.
La Biblia relata la historia donde Jesús estaba en la barca con sus discípulos y se desató una tormenta. Todos estaban aterrorizados porque pensaron que se iban a ahogar y Jesús le responde en Mateo 8: 26 —¿Por qué tienen miedo?—preguntó Jesús—. ¡Tienen tan poca fe!
Noten que Jesús después de preguntarles por qué tienen miedo, automáticamente da la respuesta al origen de ese miedo, Él les dice: tienen poca fe.
Jesús estaba en la barca con sus discípulos, ellos no estaban solos ¿Cómo pudieron llegar a pensar de que Jesús los iba a dejar que se ahoguen? Es más, ¿Pensaron que Jesús también se iba a ahogar? no, claro que no. Justamente, esto es lo que hace el miedo, muchas veces nos vuelve irracionales, no nos deja ver con claridad, genera pensamientos destructivos, nos hace pensar en el peor panorama.
Pero debemos entender, que no tenemos que dar lugar al miedo, porque Jesús aún en la más grande tormenta de nuestra vida sigue estando a nuestro lado, aún en el momento más difícil Jesús sigue estando con nosotros. Jesús después de decirles que su miedo se debía a su poca fe, se levantó y reprendió al viento y a las olas y, de repente, hubo una gran calma.
Cuando entendemos que Dios nunca nos abandona, puede venir el miedo, pero así cómo vino se va, porque nuestra confianza en Dios nos hace estar en calma, saber que Dios no me abandona me hace vivir confiado creyendo que mientras el viento me golpea, mientras las olas se levanten, Jesús está conmigo, no estoy solo, mi Padre me cuida.
Hoy quiero recordarte, que no peleas solo, que Dios está a tu lado y no debes temer.
PALABRAS DE VICTORIA
EQUIPO PASTORAL CENTRO CRISTIANO PUERTA ABIERTA
Saenz Peña - Chaco