Hechos 3:5-7 “El hombre lisiado los miró ansiosamente, esperando recibir un poco de dinero, pero Pedro le dijo: «Yo no tengo plata ni oro para ti, pero te daré lo que tengo. En el nombre de Jesucristo de Nazaret, ¡levántate y camina!». Entonces Pedro tomó al hombre lisiado de la mano derecha y lo ayudó a levantarse. Y, mientras lo hacía, al instante los pies y los tobillos del hombre fueron sanados y fortalecidos”.

Dios tenía mucho más que una limosna para aquel lisiado: la sanidad física, la salvación de su alma, un cambio de vida para siempre.

No esperes solo unas gotas de agua que alivien tu sed, tu necesidad, tu dolor, o ansiedad. Dios hoy quiere cambiar tu vida para siempre.

En el Nombre de Jesucristo de Nazareth, ¡levántate y comienza ahora a caminar!

Ora así: Padre Dios, me levanto creyendo que Tú me ayudarás a caminar con firmeza para superar toda dificultad. Recibo una nueva vida en Cristo. En el Nombre de Jesús de Nazareth, amén.
¡Bendecido viernes!