Ezequiel 1:1 «Me encontraba con los judíos en el destierro, en cautividad junto al río Quebar, en Babilonia, cuando se abrieron los cielos y tuve visiones de Dios.»
En medio de la cautividad bajo el yugo del poderoso imperio Babilónico, cuando no había ninguna posibilidad de libertad, se le abrieron los Cielos al profeta Ezequiel, quien tuvo una visión que cambió su vida y trajo esperanza a toda una nación.
La mayoría de la gente experimenta cotidianamente “Cielos espirituales cerrados”, pelea solo con sus fuerzas, sin saber cómo vencer la enfermedad, pagar las deudas, restaurar la familia.
Busca hoy a Dios, pide que los Cielos se abran, para que tus fuerzas naturales sean acompañadas por el poder sobrenatural del Señor.
Ora así: Padre Dios, te pido que abras los Cielos sobre mi vida, que abras mis ojos espirituales para ver la salida. Te lo pido en el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Jueves!
