Hechos 17:25, 28 RVC "Él es quien da vida y aliento a todos. Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos".

Adán, para dejar de ser solo “barro con forma humana”, necesitó el “soplo”, el “aliento” de Dios. De la misma manera, tú lo necesitas para estar “completo” también.
No camines solo en tus fuerzas, en tu carne. ¡Muévete en el poder sobrenatural del Espíritu de Dios!

No vivas para satisfacer los deseos egoístas. Dios desea guiarte en tu hogar, trabajo, estudios, para que todo lo que hagas sea un servicio a Dios, a los demás, y de esta manera te vaya bien en todo.
Ora así: Padre Dios, sopla Aliento de vida sobre mí. Necesito moverme en tus fuerzas y vivir cada día con propósito, sirviéndote a Ti y a los demás. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Sábado!