Hay un vínculo especial en las familias que adoran a Dios juntas. Es de gran gozo poder ir juntos al templo a dar gloria a Dios por todas las bendiciones que él nos concede a diario.
La familia que está unida no solo por lazos de sangre sino también en el área espiritual disfrutará de una relación más profunda y real. Sus miembros estarán unidos en espíritu recibiendo la bendición que Dios concede a todos los que le sirven.