¡Con gran gozo queremos compartir el milagro que Dios obró en la vida de nuestro hermano Ezequiel! Su esposa Ermelinda relató: “El 25 de julio, mi esposo Iriel se despertó muy mal de salud, con fuertes dolores en el estómago y un aspecto muy pálido. Fuimos rápidamente al hospital y, tras realizarle estudios, los médicos diagnosticaron pancreatitis aguda. Su estado era muy delicado. Fue intervenido de urgencia y le colocaron dos sondas. Según los médicos, su recuperación tomaría como mínimo un año.