Testimonio: Dios obró, el niño habla y no tiene tics nerviosos

Cuando nuestra hermana Marcela comenzó a asistir a la iglesia, llegó con una gran preocupación por su hijo. Al iniciar la escuela, él no hablaba, y esa situación la llevó a consultar con muchos médicos.

 

El niño presentaba un tic nervioso: a veces se lastimaba la cabellera y tenía movimientos repetitivos. Los especialistas recomendaron tratamiento y medicación, pero Marcela decidió aferrarse a la Palabra de Dios y comenzó a congregarse con más constancia en el Centro Cristiano de Avivamiento de Resistencia.
 
Mientras asistía a la escuelita de niños en la iglesia, todos notaron un cambio: allí el niño hablaba con los demás chicos, se mostraba diferente. Sin embargo, la carga de la medicación seguía presente.
 
En un momento, buscando consejería, recibió esta palabra: “Vamos a confiar en el Señor, porque Él va a obrar”. Desde entonces, Marcela empezó a clamar con fe constantemente y Dios hizo el milagro. Hoy su hijo está libre: ya no tiene más tics nerviosos.
 
¡Gloria a Dios por Su poder y fidelidad! ¡El mismo Dios que obró aquí, quiere obrar en vos!

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