Sin dudas el pedir, está relacionado con el dar, entiendo que es necesario un equilibrio entre ellos.
Estamos más acostumbrados a pedir que a dar y ahí se produce ese desequilibrio y sobre todo teniendo en cuenta el consejo de Dios, cuando nos dice hay mayor bendición en dar que recibir.
¿Sabías que el principio para tener, es dar?
Una paradoja de las tantas que tiene Dios, pero como su sabiduría es infinita con seguridad, sólo obtendremos está riqueza poniendo en práctica la Fe, ya que Él mismo nos dice que, Fe es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve, definición más exacta imposible.
Por ello, cada vez que no recibimos lo que pedimos, entendamos, esta es ya una respuesta del Señor y eso de por sí, tiene que ser motivo de agradecimiento porque, se ocupó de nuestro pedido, con seguridad, pero por su evaluación exacta de nuestra conveniencia, no nos otorga eso que le pedimos y a veces hasta le clamamos ese pedido y hasta es racional, para nosotros.

Lo importante es darnos cuenta que ésto sólo se discierne espiritualmente.
El hombre por naturaleza tiende a, mayormente ser un pedidor serial y a veces hasta son justos nuestros pedidos y olvidamos a Quien nos estamos dirigiendo, a alguien que nos conoce y sabe todo lo que necesitamos, antes de que le pidamos.

Dice Mateo 6:8 “Por tanto, no os hagáis semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes que vosotros le pidáis”.
Ahí está el secreto, nos conoce más a nosotros, que nosotros mismos y sabe exactamente, qué es lo necesario para cada uno. Por ello, nos parece que no nos contesta, pero nos da, también, una respuesta a esto, no recibís porque pedís mal.
Dice Santiago 4:3” Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites”.

Así que, si aprendemos a pedir, aprenderemos a discernir las respuestas, éstas sólo vendrán cuando nuestro pedido sea conforme a lo ya dictaminado por nuestro Dios, como el Padre Nuestro que es. Nunca nos dará mal por bien, Él es perfecto y puro Amor, y es el único que nos da bien por mal.
Vemos en Lucas 11:11-13 “¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿o si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?”
Concluyo, busquemos la sabiduría de Dios que nos permitirá entender qué, una falta de respuesta, ya es una respuesta, porque Él, responde siempre y sobre todo nos da, de acuerdo a sus riquezas y no según nuestras necesidades.

Dice Filipenses 4:19 "Y mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús".
Esto es sublime para nosotros. La propuesta: ocupémonos más en dar, pues el recibir viene directo de Dios.
Él nos dé sabiduría para todo. ¡Bendiciones!
José Carlos Quiroga Primera Iglesia Bautista, Centro de Restauración