San Mateo 10:12-13 «Al entrar en la casa, saluden (Shalom), Si la casa es receptiva, recibirá la paz que ustedes le deseen.»
Shalom en hebreo es una bendición integral, que incluye: paz con Dios, salud psíquica y física, felicidad familiar, prosperidad económica, influencia social.
Esta bendición primero la tienes que proclamar en tu propia casa, sobre tu familia. Tu cónyuge sabe que lo amas, pero díselo. Tus hijos saben que los valoras, necesitan escucharlo. Honra a tus padres, agradeciéndoles por lo que hicieron por tu vida.
Esto provoca un cambio en el otro, arranca una sonrisa; tus palabras cambian el ambiente de tu hogar. Hay palabras que son como puñaladas, pero la lengua de los sabios sana las heridas.
Ora así: Renuncio a toda maldición que me hayan dicho y hecho. Me arrepiento por cualquier maldición que haya dicho a mi familia. Decido bendecirlos y hablar bien de ellos. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Domingo!