San Mateo 18:5-6 “Todo el que recibe de mi parte a un niño pequeño como este, me recibe a mí; pero si hacen que uno de estos pequeños que confía en mí caiga en pecado, sería mejor para ustedes que se aten una gran piedra de molino alrededor del cuello y se ahoguen en las profundidades del mar”.

Todo lo que hagas por los niños en este tiempo tan difícil, tiene recompensa de parte de Dios. Dales un regalo, pero también involúcrate en sus vidas, instrúyelos en las enseñanzas de Jesús, dales amor, ayúdales en las tareas de la escuela. Siembra en el futuro de ellos, para poder eliminar el sistema de pobreza.

Ora así: Padre Dios, gracias por recordarme la importancia de los niños para el reino de los cielos. Decido ser parte activa para eliminar la pobreza y sembrar en sus tiernas vidas. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Domingo!