Salmos 119:147-149 “Antes de amanecer, me levanto a pedirte ayuda; he puesto mi esperanza en tu promesa. Antes de anochecer, mis ojos ya están velando para meditar en tu promesa. Oye mi voz, Señor, por tu amor; dame vida”.

Este Salmo, por un lado, te anima a comenzar el día pidiendo, encomendando a Dios todas tus actividades, para que tu andar sea en Sus fuerzas.

Por otro lado, antes de acostarte, meditá en sus Promesas, no en tus problemas, para que tu descanso sea placentero y reconfortante.

La Biblia tiene miles de promesas: Dios declara que es tu Salvador, tu proveedor, tu sanador, tu defensor, tu fortaleza. Las promesas se activan y se cumplen cuando tenés fe en ellas, recordando Quien es el que promete: El Dios Todopoderoso.
Orá así: Padre Dios, creo en tus promesas, las recibo y activo en mi vida. Te pido que dirijas y bendigas mis pasos. En el Nombre de Jesus, amén.
¡Bendecido Martes!