La palabra de Dios dice en Hechos 12:4-5 “Lo metió en la cárcel y lo puso bajo la vigilancia de cuatro escuadrones de cuatro soldados cada uno. Herodes tenía pensado llevar a Pedro a juicio público después de la Pascua. Pero, mientras Pedro estaba en la cárcel, la iglesia oraba fervientemente por él”.
Al apóstol Pedro querían matarlo, por el solo hecho de seguir a Jesús, pero el poder de la oración lo liberó de las manos del perverso rey Herodes.

Enfrenta cualquier problema que estés atravesando con oración, para que el poder de Dios opere milagrosamente. Los cambios se producen a través de una oración ferviente.

Ora así: Padre Dios, oro fervientemente pidiendo que me liberes de todo problema que me tiene aprisionado. Ya veo los cambios en fe. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Miércoles!