Rápidamente, quienes tienen sueños y proyectos, comenzaron a creer en esas palabras, conformándose a lo que hay en sus cuentas bancarias, lo que dicen los noticieros o la desesperanza de la gente.
Pero ¿qué dice el Señor al respecto?
Primero, es que si estamos vivos es con un propósito y ese propósito se va a cumplir, independientemente de quien gobierne el país.
Segundo, somos hijos del Dueño del oro y de la plata, nuestras finanzas no dependen de la cuenta bancaria, sino de Él.
Tercero, como dice el pastor Robert Acosta "si es un sueño de Dios, es Él quien provee".
Cuarto, si Jesús pudo dar de comer a una multitud con cinco panes y dos peces, (como dice en Marcos 6: 41 al 43) puede hacerlo también hoy, si tan solo le creemos.
¿Comenzamos a creer y a volver a soñar?
