Dios tiene un método especial para convertir el mal en bien. La Biblia nos cuenta la historia de José, quien veía en cada tragedia un propósito mayor. Cuando fue vendido como esclavo, Dios lo alcanzó para que lo ascendiera a un puesto de confianza en la casa de un importante funcionario de Faraón. Luego, cuando José fue acusado falsamente de violación, Dios lo bendijo para que conociera a personas influyentes en prisión. Aunque era despreciado por sus hermanos, el Señor bendijo a José para que fuera un gran líder y una referencia para la nación.