Pedro continúa con la petición de Jesús de empezar a pescar otra vez. Él probablemente no estaba esperando un milagro ahí, pero algo sobre Jesús causó que el corazón de Pedro responda con esperanza. Es una sensación de confianza y expectativa- silenciosa pero declarativa. En la presencia de Jesús, Pedro siente una invitación, no solo una petición.
Muchos, vamos a experimentar un despegue radical,fuera de lo normal cuando Jesús interrumpa nuestro día a día y nos pide que hagamos algo específico. Estos momentos tienen un propósito doble: revelan donde están nuestros corazones en relación a Dios, y revelan la fidelidad de Dios hacia nosotros.
Mientras Pedro, compromete su fe y obedece a la petición de Jesús de zarpar a lo profundo y soltar las redes, algo increíble sucede. Anteriormente vacías, las redes están ahora llenas de presas, tan llenas que la tripulación lucha para subirlas al bote. Esta no solo era una buena pesca; era probablemente la mejor de sus vidas. Jesús visitó el lugar de trabajo de Pedro,
todo cambió.
"Busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas". Mateo 6:33 (RVC)
La obediencia de Pedro tiene como resultado lo milagroso. Jesús le demuestra a Pedro que la simple confianza en Él puede cambiarlo todo.
Él es el Mesías. Este entendimiento transforma a Pedro. Él ya no es tan solo un pescador, él ahora es amigo de Jesús,quien le declara una nueva misión a seguir...pescador de hombres...
Bendecido Sábado!!!!
