El Fruto del Espíritu

El Espíritu Santo es la tercera persona de la Trinidad.
 
A raíz de esta definición podemos decir que el fruto del Espíritu es el resultado del trabajo que el Espíritu realiza en nosotros, cabe destacar que para que este fruto se manifieste debemos ser tierra buena como dice Mateo 13:8"Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno". A medida que dejamos que la palabra del Señor nos trabaje como tierra que somos, estamos recibiendo la semilla para que el fruto pueda ser materializado.
 
El Espíritu Santo quiere manifestar su fruto en nuestras vidas, pero debemos procurar ser tierra buena para que se vea el resultado. 
 
 
Gálatas 5:17 nos habla claro y nos dice que lo que nuestra carne quiere es contra el Espíritu. "Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis". Y la biblia nos enseña también en Mateo 26:41 "Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil".   
 
Nuestro espíritu es el que se conecta con el Espíritu de Dios, este es el que recibe las instrucciones que vienen directamente del cielo y como nos enseña la palabra este a la verdad está dispuesto a fructificar. Pero la carne no tiene la disposición para hacer estas cosas, la carne quiere que las cosas se hagan a su manera por eso debemos velar y orar, para poder fortalecer nuestro espíritu y que éste controle nuestra carne. 
 
 
Debemos presentar estas obras de la carne a Dios pues Él es nuestro hacedor, y es quien tiene las instrucciones de nuestras vidas. Dios es quien puede enseñarte como vencer la carne y hacer que el fruto del Espíritu sea el que gobierne tu vida. 
 
Bendecida Semana!!!

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