Dios, es el creador de todas las cosas, sólo Él domina, cambia y determina en ellas su naturaleza. Con las palabras de estas escrituras, Isaías recuerda cómo Moisés fue guiado por el Señor, a abrirse camino en el mar, donde ningún camino había sido levantado. Cómo su fuerza hace insignificante cualquier intento de someter su voluntad.