Sé íntegro: no hables, ora

El hablar mal de otros, juzgar, calumniar puede ser una práctica común en la gente del mundo pero es una práctica condenada por Dios a lo largo de la Biblia. Y una práctica que todo cristiano debe abandonar.

 

Cuando alguien habla mal de otro, generalmente busca la destrucción de esa persona en la mente de todos los que escuchan sus comentarios. El que habla mal de otro, generalmente, repite los chismes y comentarios sin fundamento, sin siquiera tomarse el tiempo para verificar los hechos comentados. El hablar mal de otros desacredita y destruye reputaciones.

 

Tenemos que tener en cuenta que todos estamos en proceso. Nadie es perfecto. Y, si hablamos mal de otro, es porque nos creemos superiores, y no es así. Todos pecamos muchas veces de muchas maneras, por lo tanto, puede ser que lo que estoy condenando de otro luego me encuentre viviéndolo yo. O, aunque quizás no sea la misma situación o el mismo error, pero tengo que tenerlo por seguro, que ninguno de nosotros hace todo bien y que no tiene debilidades.

 

En una parte de la Biblia dice: “El que crea estar firme, mire que no caiga”. Debo ser humilde y entender que el otro falla y comete errores porque es un ser humano. Quizás por la gracia de Dios, he superado muchas cosas en mi vida, entonces allí debe aflorar la gracia, la misericordia y la paciencia de igual manera que Dios la tuvo conmigo.

 

Sea íntegro/a, No hable mal de otros. Aprenda a callar y a orar por otros.

 

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Sáenz Peña - Chaco