Isaías 54:2-3 Ensancha el espacio de tu carpa, y despliega las cortinas de tu morada. ¡No te limites! Alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas. Porque a derecha y a izquierda te extenderás; tu descendencia desalojará…
Dios quiere bendecir tu vida, ¿Por qué conformarte con la mediocridad? Dios te dice: “Conforme a tu fe será hecho”. Los sueños y las visiones son parte del lenguaje de Dios.
Solemos encontrarnos con dos tipos de personas:
La que nunca soñó: es la persona que habitó en la desesperanza, en la pobreza y en la necesidad. La persona que creyó que todo le era negado y no supo soñar.
La que se atrevió a soñar, se tropezó y ya no quiere arriesgarse a volver a fallar: es la persona que no quiere soñar por miedo de fracasar otra vez.
Es necesario que volvamos a soñar, a creer. Hay muchos sueños que quedaron enterrados. Las circunstancias, la escasez, la ignorancia, etc. nos hizo guardarlos, pero ahora es tiempo de una nueva esperanza, es momento de ponernos de pie y mirar hacia adelante, decirle sí a la vida, sí a los sueños y no al fracaso.
Cerremos las puertas que nos anclan al pasado y comencemos a proyectarse hacia los planes de bien y de bendición que Dios preparó para cada uno de nosotros.
ORACIÓN: En este día tomo la decisión de dejar atrás todas las malas experiencias del pasado y abro mi corazón para que los sueños de Dios se plasmen en mi vida. Quiero proyectarme. Quiero crecer. Quiero extenderme hacia lo que tengo por delante. Ayúdame Señor y concédeme éxito.
