Ahí entendemos el propósito de nuestra vida y el de nuestras familias. Estar en intimidad con Dios, te permite oírlo y el futuro está asegurado para los que estamos en Cristo y nuestra redención sea eterna.
Te animo a qué puedas recuperar sabiamente el tiempo, disfruta de lo que Dios te ha dado, y lo que no ha pasado en estos tres años, Dios lo hará en tres meses porque "cuando llega el Redentor hay cambio de condición”.
