Pero cuando la Biblia dice que los cristianos somos “cartas leídas”, está expresando que vamos por la vida emitiendo señales muy visibles que la gente lee con facilidad.
Nuestra forma de vestir, de mirar, de hablar, de peinarnos, de escuchar, de reaccionar y sobre todo; nuestras actitudes con el dinero, nos van pintando de cuerpo entero.
Veamos tres ejemplos cotidianos:
Dos amigos van a tomar un café (en Argentina eso es muy frecuente). Cuando llega el momento de abonar, uno sacará rápidamente su dinero, mientras que el otro permanecerá pasivo y se dejará pagar sin siquiera susurrar: “No, no, compartamos, paguemos a medias”.
Cartas que hablan y que muestran.
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“No sean avaros” dice Lucas 12: 15.
Otro caso: Compramos algo en un comercio y al pagar el empleado, por error, nos da dinero de más en el vuelto. Habrá unos que lo devolverán de inmediato casi sin pensarlo; pero otros, haciéndose los distraídos, lentamente, se guardarán ese dinero de más. Y no faltará algún creyente que diga: “El Señor sabe todas las cosas…Él conocía que estaba necesitando este dinero…qué bueno que es”.
Actitudes que nos desnudan.
Debemos recordar que Dios nunca bendice por izquierda.
Aparentemente nadie nos vio. Pero no es así.
La Palabra dice: “Mis ojos están puestos sobre ti de día y de noche”.
Un tercer ejemplo: Un amigo o amiga cumple los años o se casa y hay que hacer un regalo. Uno pensará: “Aunque me cueste un poco más, deseo obsequiarle algo que le guste mucho”. Otro, solo hará un regalo económico (pudiendo comprar algo mejor) y sólo pensará en “cumplir”. Triste manera de “ahorrar”.
Estos últimos, ni tienen en cuenta que “mejor es dar que recibir”.
Quienes actúan así, están muy cerca de comenzar un romance con el dinero.
"Raíz de todos los males es el amor al dinero"... ten cuidado mi hermano...
Por Marcelo Laffitte
