¿Quieres vivir tu vida o impresionar a otros?

Trabajando en una revista secular, un día el director me encargó una nota al Cementerio de la Recoleta. Lugar de Buenos Aires sumamente interesante.  Allí es sepultada la gente más encumbrada de la sociedad. Solo por nombrar algunos: Juan Manuel de Rosas, Guillermo Brown, Sarmiento, Evita, Illia, Alfonsín, Juan Bautista Alberdi, Leandro N. Alem…

 

Me guiaba la administradora del cementerio y mi asombro crecía en cada relato, en cada anécdota que me contaba. De pronto me dijo algo que disparó mi asombro a las nubes y encendió una luz roja en mi cabeza.

Me dijo: “Últimamente hemos implementado un servicio a pedido de mucha gente: alquilamos panteones (tumbas) abandonados, a los que hemos remozado, por 24 horas”.

 

- ¿Alquilan panteones por un día? ¿Y para qué? Fue la pregunta que hice con los ojos desorbitados. “Para gente que quiere figurar”, me respondió sin más vueltas. “Son familias que alguna vez fueron ricas, a las que solo les ha quedado el doble apellido y que disfrutan publicando, todos ufanados, en el diario “La Nación: “…Sus restos serán inhumados en el Cementerio de la Recoleta”.

Y agregó la administradora: “Entonces hacen todo el "circo" del entierro en nuestro cementerio, como si fueran nobles de la sociedad, y al otro día viene un camión todo destartalado y se lleva el cajón zumbando para el cementerio de la Chacarita (donde sepultan al populacho)”.

Recuerdo que terminé la nota diciendo algo parecido a esto: “Aunque nos asombre, ese tipo de personas somos nosotros, todos nosotros. Quizás con otros métodos pero igual intención. Porque todos los seres humanos gastamos enormes cantidades de energía tratando de impresionar a la gente con lo que tenemos, con lo que somos, con la vida que llevamos, con los títulos que tenemos colgados, con los viajes que hicimos... y hasta con el lugar donde fuimos enterrados.

Decía el sabio Salomón: “Todo eso no es otra cosa que vanidad” (pobres los que viven de la vanidad)

También dice 1Sa 16: 7 "Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón".

¿Qué decisión tomarás hoy? ¿Vivirás para el que dirán o para impresionar a otros, o serás libre de vivir tu vida?

Por Marcelo Laffitte

Editora del Sitio
"Te haré entender y te enseñaré el camino en que debes andar. Sobre ti fijaré mis ojos..."

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