Cuando el cielo dice "ya no me acuerdo"

¿Usted cree que el Señor escribió el pasaje de Jeremías 31:34 solo para animarnos? Yo, por mi parte, creo que es una verdad absoluta. Veamos qué dice: “Porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado”.

 

Felices aquellos que han experimentado la profunda revelación de ese pasaje que afirma: “No me acordaré más de tu pecado”.
 
A pesar de lo que hayamos hecho, a pesar de la gravedad que signifique ese error que en un momento llenó de tinieblas nuestro ser, tenemos que entender la maravillosa carga de misericordia que Dios ha depositado en esas palabras: “Me olvidaré de lo que has hecho porque te has arrepentido… y porque te amo”.
 
Es posible que usted esté concurriendo a la Iglesia, pero, sin embargo, los recuerdos lo siguen como sabuesos que le desgarran el alma y le roban la paz y el gozo.
 
Sepa esto: si usted ha confesado ese pecado, le ha pedido perdón a Dios con auténtico arrepentimiento y se ha apartado —esto es, no lo ha repetido más—, crea, abrace y confíe que Dios lo ha cubierto con su misericordia y no sólo ha alejado de usted aquel hecho, sino que se ha olvidado de ese episodio para siempre.
 
Si usted se sigue mortificando, está demostrando que no cree en la Palabra de Dios y está minimizando el sacrificio de Jesús en la cruz.
Deje de auto castigarse por algo que ya no existe más.
 
“Padre amado, no pudiste escoger una frase más alentadora: ‘No me acordaré más de tus pecados’. Somos tan frágiles y tan vulnerables que si no fuera por tu piedad ya hubiésemos sido consumidos”
 
Por Marcelo Laffitte

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